La varicela es una enfermedad viral altamente contagiosa, causada por el virus varicela-zóster, que pertenece a la familia de los herpesvirus. Se caracteriza por la aparición de un sarpullido con ampollas pruriginosas que se extienden por todo el cuerpo. Es común en la infancia y, en la mayoría de los casos, es una enfermedad leve que se resuelve sin complicaciones graves. Sin embargo, cuando la varicela afecta a adultos, puede presentar riesgos significativamente mayores.
Historia y Descubrimiento
La varicela fue identificada y diferenciada de otras enfermedades eruptivas como la viruela en el siglo XVI. El nombre “varicela” proviene del latín “variola,” que significa “manchas” o “pústulas.” En 1767, el médico inglés William Heberden fue uno de los primeros en diferenciar la varicela de la viruela, que era una enfermedad mucho más grave y mortal. La comprensión del agente causal, el virus varicela-zóster, avanzó considerablemente en el siglo XX, cuando se desarrollaron las primeras vacunas contra la enfermedad.
Causas
La varicela es causada por el virus varicela-zóster (VZV), que se propaga principalmente a través de las gotitas respiratorias liberadas cuando una persona infectada tose o estornuda. También puede transmitirse por contacto directo con las lesiones cutáneas de una persona infectada. Una vez que alguien se infecta con VZV, el virus permanece en su cuerpo de por vida. En algunos casos, el virus puede reactivarse años más tarde y causar herpes zóster, también conocido como culebrilla.
Síntomas
Los síntomas de la varicela suelen aparecer entre 10 y 21 días después de la exposición al virus y pueden incluir:
- Sarpullido: Característico de pequeñas ampollas llenas de líquido que se rompen y forman costras.
- Fiebre: Generalmente moderada, aunque puede ser alta en algunos casos.
- Cansancio y fatiga: Sensación general de malestar.
- Pérdida de apetito: Común durante la infección.
- Dolor de cabeza: A menudo leve.
- Dolores corporales: Que pueden acompañar la fiebre.
El sarpullido suele comenzar en la cara, el pecho o la espalda antes de extenderse al resto del cuerpo, incluyendo la boca, los ojos y los genitales.
Tratamiento
- Antihistamínicos: Para aliviar el picor.
- Analgésicos: Como el paracetamol para reducir la fiebre y el malestar (se debe evitar la aspirina debido al riesgo de síndrome de Reye).
- Baños de avena: Para calmar la piel.
- Crema de calamina: Para aliviar la picazón.
En casos graves, especialmente en adultos, los médicos pueden recetar antivirales como aciclovir, que son más efectivos si se inician dentro de las primeras 24 horas de la aparición del sarpullido.
¿Por qué es más peligrosa en adultos?
La varicela en adultos es más peligrosa por varias razones:
- Mayor riesgo de complicaciones: Los adultos tienen un riesgo más alto de desarrollar complicaciones graves como neumonía, infecciones bacterianas secundarias de la piel, encefalitis (inflamación del cerebro), y hepatitis.
- Sistema inmunológico: A medida que envejecemos, el sistema inmunológico responde de manera diferente a las infecciones, lo que puede hacer que la enfermedad sea más severa en adultos.
- Neumonía por varicela: Es una de las complicaciones más graves y es más común en adultos que en niños. Esta condición puede ser potencialmente mortal si no se trata adecuadamente.
- Riesgos durante el embarazo: Si una mujer embarazada contrae varicela, existe el riesgo de transmisión al feto, lo que puede causar varicela congénita, una condición grave que puede llevar a defectos de nacimiento o incluso la muerte fetal.
- Herpes zóster: Las personas que han tenido varicela en la infancia tienen un riesgo de desarrollar herpes zóster en la edad adulta, pero la infección inicial por varicela en adultos también puede aumentar este riesgo.
La varicela, aunque generalmente leve en niños, puede ser peligrosa en adultos debido al mayor riesgo de complicaciones. La vacunación es clave para la prevención y puede reducir significativamente la incidencia de casos graves. Reconocer los síntomas y buscar atención médica oportuna puede marcar la diferencia en el manejo de esta enfermedad.La varicela, aunque generalmente leve en niños, puede ser peligrosa en adultos debido al mayor riesgo de complicaciones. La vacunación es clave para la prevención y puede reducir significativamente la incidencia de casos graves. Reconocer los síntomas y buscar atención médica oportuna puede marcar la diferencia en el manejo de esta enfermedad.