El ácido fólico, también conocido como vitamina B9, es un nutriente esencial para el cuerpo humano, desempeñando un papel crucial en la formación del ADN y en la división celular. Durante el embarazo, esta vitamina cobra una importancia especial debido a su impacto directo en el desarrollo del feto.
El ácido fólico es la forma sintética de la vitamina B9, que se encuentra en suplementos y alimentos fortificados. Su equivalente natural, llamado folato, se encuentra en alimentos como verduras de hoja verde, frutas, frijoles y cereales integrales. Esta vitamina es fundamental para la producción de glóbulos rojos y para el crecimiento y desarrollo saludable de las células.
Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer experimenta un aumento en la necesidad de folato. Esto se debe a que el ácido fólico es esencial para la formación del tubo neural del feto, una estructura embrionaria que más tarde se convierte en el cerebro y la médula espinal. Este proceso ocurre durante las primeras semanas de gestación, a menudo antes de que la mujer sepa que está embarazada.
Es recomendable que todas las mujeres en edad fértil tomen un suplemento diario de ácido fólico, ya que la formación del tubo neural ocurre durante las primeras semanas de embarazo. La dosis diaria recomendada es de 400 microgramos antes del embarazo y durante el primer trimestre. En algunos casos, como en mujeres con antecedentes de defectos del tubo neural o condiciones médicas específicas, el médico puede recomendar una dosis mayor.
El ácido fólico es una vitamina esencial durante el embarazo, desempeñando un papel crucial en la prevención de defectos del tubo neural y en el desarrollo saludable del feto. Su ingesta adecuada, tanto a través de suplementos como de una dieta rica en folato, es fundamental para garantizar un embarazo saludable y reducir el riesgo de complicaciones. Por ello, se recomienda que las mujeres que planean quedar embarazadas comiencen a tomar ácido fólico con antelación y continúen durante el embarazo.