La medicina ha sido en gran parte el punto más importante de la sociedad y a través de los años se buscan nuevas maneras de innovar los tratamientos y las medicinas con las que atendemos a los pacientes.
Desde siglos atrás se habla de una gran conexión entre la energía del cuerpo y de la mente, como todo esta interconectado a través de sistemas de las cuales médicos tradicionales no hablan al respecto, las industrias farmacéuticas son un gran negocio que impide ver más allá de los síntomas emocionales y físicos que pueden estar relacionados entre sí.
Muchos médicos siguen en contacto con nuevas formas de encontrar curas a enfermedades crónico-degenerativas y en cierto punto el no encontrarlas ha sido una ventaja para seguir indagando entre las posibilidades médicas a las que podemos llegar.
Más allá de la medicina miles de científicos han intentado encontrar una respuesta al universo en sí, el como el universo tiende a ser infinito y poco perceptible y sobretodo como sigue sorprendiendo cada día en los que no podemos encontrarle una definición o explicación general a ciertos fenómenos. En la medicina sucede un caso similar pues son grandes sistemas con funciones internas que se conectan entre sí y ciertamente es imposible darle una explicación a los fenómenos del organismo humano; pese a esto se intenta ver más allá de una intención meramente lógica y la energía de la mente y del cuerpo como un sistema único que se comunica de manera simultánea.
La energía es una de las bases del universo, desde un átomo hasta los fenómenos naturales que están formados por energía y para ella es importante la capacidad de generar fuerza para una acción o trabajo lo que bastaría para explicar que el cuerpo humano tiene los suficientes recursos para crear acciones significativas que mejoren o empeoren los sistemas interconectados del organismo
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